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En menos de 12 horas, Congreso aprobó el Presupuesto 2021

Actualizado: 23 oct 2020

Aunque tuvieron 20 días para hacerlo, en apenas una jornada de discusiones, los congresistas —de forma semipresencial— dieron luz verde a las ponencias preparadas con el Ministerio de Hacienda. Definieron así el uso de 314 millones de millones de pesos de todos los colombianos.


Aunque se trata del proyecto de ley económico más importante del año, el Presupuesto General de la Nación para 2021 fue aprobado sin mayor debate en las plenarias del Senado y la Cámara de Representantes.


El calendario acordado para la discusión de la iniciativa este año determinaba que el proyecto de presupuesto debería convertirse en ley a más tardar el 20 de octubre. A pesar de que los debates podían realizarse desde el 1 de octubre, la discusión de la iniciativa en el pleno de las dos cámaras que integran el Congreso se dio solamente el lunes 19. En esta jornada no se hizo ningún cambio, y tanto el Senado como la Cámara aprobaron las propuestas de los ponentes de la iniciativa. En un momento explicaremos esto para mayor claridad de los menos informados sobre el proceso legislativo.


Varias cosas ocurrieron en esos 18 días. El jueves 1 de octubre, por ejemplo, se realizó una sesión exclusiva para la oposición en la que los partidos que no pertenecen a la coalición de gobierno señalaron sus reparos frente al proyecto de Presupuesto General presentado por el Ministerio de Hacienda. Las dos semanas siguientes –entre el 5 y el 16 de octubre– se realizaron al menos cuatro reuniones de ponentes del proyecto. Según nos contó un funcionario del Congreso, la agenda de estos espacios no era publicada en la página del Congreso porque no se trataba de espacios “oficiales”.


Como lo hemos contado, los ponentes son los encargados de presentarles a los demás congresistas un texto con cambios, ajustes, adiciones o supresiones con respecto al texto aprobado en el debate anterior; esas ponencias se ponen a consideración de los legisladores y ahí comienza el debate. Decimos que los ponentes se reunieron en al menos cuatro ocasiones porque no es posible saber con exactitud cuántas veces se reunieron efectivamente. Tampoco es posible saber qué se habló en dichas reuniones.


La semana pasada contamos que durante al menos dos días los ponentes se reunieron en el Ministerio de Hacienda para sostener “reuniones de trabajo” –en otras palabras, los congresistas no redactaron las ponencias para el debate en las plenarias en sus oficinas, de forma independiente, sino que lo hicieron a instancias de esta cartera–.


Aunque llamativa, esta práctica no implica actuaciones indebidas. A partir de esta salvedad surge, eso sí, la pregunta de por qué –si no se está hablando nada ilegal y lo que se está definiendo es cómo se gasta la plata de todos los colombianos– la ciudadanía no puede saber qué se habla en estas reuniones.


¿Qué cambió entre lo aprobado por las comisiones económicas conjuntas del Congreso y las ponencias para el debate en las plenarias? Ni el Gobierno ni el Congreso se lo contaron a los ciudadanos.


Así pues, en el Observatorio Fiscal de la Universidad Javeriana nos dimos a la tarea de hacer la comparación. ¿Cómo? Tomamos el presupuesto asignado a cada entidad en la versión del Presupuesto General 2021 que propuso el Gobierno nacional, y lo comparamos con el presupuesto propuesto en la ponencia mayoritaria que se puso a consideración de las plenarias. Aquí es importante anotar que fueron tres las ponencias en discusión: dos de la oposición y una tercera, apoyada por los partidos de la coalición de gobierno. Sobre esta última, la aprobada con el apoyo mayoritario, hicimos la comparación.


Encontramos que se movieron recursos originalmente destinados a siete rubros, entidades y sectores –entre los que se encuentran el servicio de la deuda pública y el Ministerio de Hacienda– y se distribuyeron entre 66 rubros, entidades y sectores. Es decir, no se cambió el monto del Presupuesto —algo que ya no podía hacerse— sino que se modificaron algunas partidas. Quito un poco de aquí y lo pongo allá. Bajo otro tanto de esto y le subo a aquello.


A continuación se detallan los siete renglones con modificaciones:

Elaborado por el Observatorio Fiscal de la Pontificia Universidad Javeriana. Fuentes: proyecto de Presupuesto General de la Nación y ponencia para el último debate de la iniciativa


Se trata de 7 billones –o millones de millones de pesos– que, originalmente destinados a unos rubros, se destinaron a otros renglones. Es importante señalar que estas modificaciones, hechas por los congresistas a cargo de la ponencia mayoritaria, se hicieron en las semanas que incluyeron las “sesiones de trabajo” en el Ministerio de Hacienda.


Veamos a continuación 33 de los renglones que recibirán más dinero del originalmente proyectado:

Elaborado por el Observatorio Fiscal de la Pontificia Universidad Javeriana. Fuentes: proyecto de Presupuesto General de la Nación y ponencia para el último debate de la iniciativa


Entre las entidades que encabezan este listado se encuentran el Departamento Nacional de Planeación, los ministerios de Defensa, Vivienda y Educación, y el Departamento Administrativo para la Prosperidad Social. El Instituto Colombiano de Bienestar familiar también recibirá más dinero del inicialmente previsto.


Los siguientes 33 renglones se ven así:

Elaborado por el Observatorio Fiscal de la Pontificia Universidad Javeriana. Fuentes: proyecto de Presupuesto General de la Nación y ponencia para el último debate de la iniciativa


Destacan allí fondos, unidades administrativas y algunas corporaciones autónomas regionales.


Este tipo de cambios no son inusuales. Sin embargo, llama la atención que las decisiones sobre el direccionamiento del gasto de billones de pesos fueron tomadas por un grupo de cerca de 30 congresistas, y no por el Senado y la Cámara en pleno. ¿La razón? Mientras que las ponencias se diseñaron durante casi tres semanas, el debate en las plenarias duró menos de 12 horas.


Que estas prácticas sean comunes no equivale a que sean las mejores en materia de transparencia. La ley de Presupuesto General de la Nación para 2021 ya es una realidad. Viene ahora la labor de veeduría.

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