top of page

Taparse la cabeza y descubrirse los pies: las subidas y bajadas del Presupuesto 2022

Hace unos días les contamos cómo avanzan los cambios al Presupuesto General de la Nación para el próximo año –puntualmente, cómo han variado las asignaciones entre lo inicialmente planteado por el Gobierno nacional a través del Ministerio de Hacienda, y las modificaciones que se les hicieron a estos valores durante el primer debate a la iniciativa por parte de las comisiones económicas conjuntas del Congreso–.

En esta ocasión queremos compartir con nuestros lectores y toda la ciudadanía cuales han sido los sectores que han tenido mayores modificaciones.


Como lo hemos venido contando, avanza por estos días la discusión legislativa de la hoja de ruta de los ingresos y gastos del Estado colombiano para 2022. Además de ser el proyecto de ley de carácter económico más importante del año, la iniciativa ha cobrado especial vigencia en el contexto de la pandemia, puesto que las asignaciones estarán especialmente marcadas por las prioridades en materia de recuperación económica y financiación de los programas sociales mediante los cuales el Gobierno nacional ha buscado responder a las consecuencias de la emergencia.


Adicionalmente, el trámite del Presupuesto General de la Nación para 2022 tiene buena parte de sus prioridades señaladas por la nueva reforma tributaria y las estrategias plasmadas por el Ejecutivo en el Marco Fiscal de Mediano Plazo presentado en junio de este año.


El presupuesto para el próximo año asciende a 350,4 billones –es decir, millones de millones– de pesos. En este contexto, el Gobierno nacional planteó cuánto dinero se les entregaría a los diferentes sectores del Estado. No obstante, el Congreso tiene la potestad de proponer cambios. Para plantearlo de un modo coloquial: se sabe cuánto mide la cobija, pero el Legislativo puede definir si se destapa un poco más la cabeza o si pone más tela en los pies. Las proposiciones en este sentido, eso sí, deben tener el visto bueno del Ministerio de Hacienda.


Antes de abordar las cifras es importante reiterar un aspecto problemático que señalamos en nuestro anterior análisis sobre el tema: sabemos cómo están variando las asignaciones por sectores, pero ¿y los programas? ¿Qué iniciativas se sacrificaron en función de otras? ¿Cuáles recibirán más o menos dinero el próximo año? Es algo que no es posible saber del todo, dada la falta de detalle en la propuesta inicial del Gobierno y en la confección de las ponencias allegadas por los congresistas de cara al debate.


Vayamos ahora a las cifras. En vista de que las variaciones surgidas del debate legislativo le fueron presentadas a la ciudadanía en formato PDF (el cual no permite su ingreso en programas informáticos especializados), nos dimos a la tarea de pasarlos a mano a formato Excel para hacer las respectivas comparaciones.


Fruto de ese análisis encontramos lo siguiente: los mayores aumentos se produjeron en siete sectores. Tomando como referencia el aumento de dinero, el sector que más creció fue Prosperidad Social, al pasar de 21,7 billones de pesos en la propuesta del Gobierno a 22,9 billones aprobados en las comisiones económicas.


Le sigue Minas y Energía, al pasar de 4,6 a 5,6 billones. Luego están Salud (de 41,2 a 41,9 billones); Policía (12 a 12,6); Transporte (12,8 a 13,3); Presidencia de la República (1 a 1,5 y Hacienda (25,7 a 26,1).


Porcentualmente, los dos sectores que más crecieron fueron Presidencia de la República, pues el aumento de 1 a 1,5 billones de pesos supone un 50 por ciento, y Minas y Energía, cuyo aumento fue del 22 por ciento.


La variación que más llama la atención es la del sector Hacienda. Usualmente para Hacienda se plantea una cifra que luego, durante los debates legislativos, va decreciendo para entregárselo a otros sectores. ¿Qué sucederá en esta ocasión? Se plantean dos escenarios posibles. El primero –más improbable–­ es que Hacienda asuma la conducción de determinados programas, como sucedió durante la puesta en marcha del programa Ingreso Solidario, que luego pasó a manos de Prosperidad Social.


La segunda posibilidad es que la actual asignación decrezca en los debates que el proyecto de presupuesto tendrá en las plenarias de Senado y Cámara de Representantes. Esto ocurriría en función de las proposiciones de los congresistas, quienes, como es usual, tienen intereses en determinados sectores, regiones, entidades o programas.


Habrá que ver lo que ocurre. De nuevo, dada la falta de detalle en la asignación específica para todas las entidades y todos los programas, no es posible preverlo con la transparencia, la precisión y el detalle que la ciudadanía merece.


Miremos ahora los sectores que decrecieron. En términos porcentuales y de dinero, el sector al que más dinero le quitaron las comisiones económicas del Congreso (con el visto bueno del Gobierno) fue la Deuda Pública, que pasó de 75 a 69,5 billones de pesos. Le siguen Trabajo, que bajó de 36 a 34,5 billones, y Defensa, que pasó de 29,9 a 29,6.



Estas variaciones durante el trámite del presupuesto general las plasmamos en una serie de infografías que pueden consultarse en nuestra cuenta de Twitter. Igualmente, en este enlace se puede consultar la base de datos que elaboramos a partir de la información disponible.


Quedan varias preguntas de cara a lo que será el resto del trámite legislativo del presupuesto. El calendario del ciclo presupuestal señala que el proyecto debe ser aprobado por el Congreso de la República antes del 20 de octubre. En vista de que el Legislativo se unió a la semana de receso, la discusión en las plenarias tomará no mucho tiempo. De hecho, no ha faltado quien haya advertido sobre la posibilidad de un trámite a ‘pupitrazo’.


Sin embargo, la pregunta de fondo es por qué la ciudadanía, la academia y los medios de comunicación deben hacer un trabajo tan intenso para saber cómo y en qué se gastará exactamente el dinero de todas las personas.

bottom of page