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La mermelada se reparte a puerta cerrada

Nuevamente desde las barras del Salón Elíptico del Capitolio Nacional, el Observatorio Fiscal de la Universidad Javeriana estuvo presente en la continuación del debate de presupuesto.


De acuerdo con el cronograma, el 15 de septiembre se definiría el monto presupuestal para el 2019. Sin embargo, este año los Congresistas se adelantaron a esta fecha y en el debate del pasado 5 de septiembre se aprobó por una amplia mayoría el monto de los 259 billones que ya conocíamos. Es decir, no hubo ninguna modificación con respecto al proyecto presentado por el gobierno de Santos.


Habiendo ya definido el valor total del presupuesto las discusiones que se extenderán hasta el 25 de septiembre en las comisiones conjuntas tercera y cuarta serán alrededor de la distribución de ese monto. El trámite final en el legislativo será el 20 de octubre antes de la media noche cuando en plenaria del Senado y la Cámara se dé el visto bueno a lo propuesto por las comisiones económicas.


El orden del día para la sesión del 12 de septiembre contemplaba la asistencia del ministro de Relaciones Exteriores, Carlos Holmes Trujillo; el ministro de Salud y Protección Social Juan Pablo Uribe; el ministro de Defensa, Guillermo Botero y el ministro de Agricultura, Andrés Valencia. Cada uno expondría las necesidades propias de su sector. Sin embargo, de todos los citados solo cumplió el Ministro de Agricultura por lo que la reunión duró menos de los previsto y a las 11 a.m. ya se había levantado la sesión.


El Ministro de Agricultura manifestó su preocupación por los escasos recursos asignados. El presupuesto para el sector agropecuario es de 2.1 billones en 2019, lo que representa una reducción de 13.2% con respecto al presupuesto de 2018. Además, es preocupante la reducción en los recursos para la inversión que disminuyen en un 19% con respecto a los del 2018. El Ministro manifestó que al sector le hacen falta 1.4 billones de pesos para poder continuar con su normal funcionamiento. Si bien en la presentación del Ministerio de Hacienda hacían falta nada más 800 mil millones para seguros agropecuarios, vivienda rural y para la comercialización de productos agropecuarios; el Ministro de Agricultura indicó que hacen falta 600 mil millones de pesos adicionales para el Instituto Colombiano Agropecuario, para la Agencia Nacional de Tierras y para cerrar las brechas de pobreza entre la zona rural y urbana.


Por el lado de los Congresistas, parece haber consenso en el aumento de los recursos para el sector agropecuario. Sin embargo, enfatizan en la necesidad de priorizar y focalizar de manera adecuada estos 1.4 billones de pesos adicionales.


Las preguntas como son costumbre no se hicieron esperar ¿Por qué no dejar la labor de la restitución de tierras a la Agencia Nacional de Tierras? ¿Por qué importamos 350 mil toneladas de alimentos si somos una despensa mundial de alimentos? ¿Hay una crisis cafetera? ¿Qué mecanismos implementar para reducir la inequidad en la tenencia de tierra que hoy presenta un Gini de 0,9? ¿Qué va a pasar con el catastro multipropósito?


Si bien son muchas las preguntas que surgen en las sesiones en el Congreso y son pocas las soluciones a las que se llega, quedando la sensación de que es poco lo que se avanza. Los Ministros no atienden a las citaciones, los Congresistas no llegan a tiempo y no hay modificaciones sustanciales a las propuestas presupuestales que se presentan. En aquellos espacios de discusión del presupuesto que son abiertos al público parece ser poco lo que se decide.


Sin embargo, existen reuniones a puerta cerrada en la que el Ministro de Hacienda se reúne con los ponentes y coordinadores del proyecto de Ley de Presupuesto. Son tan privados estos espacios que es difícil para los mismos asesores de las Unidades de Trabajo Legislativo poder entrar a estos encuentros. Ahí se toman las verdaderas decisiones, las negociaciones presupuestales que desconocemos los ciudadanos.


El Senador Iván Marulanda del partido Verde quiso hacer una proposición durante la sesión en el Congreso para que estas reuniones que ocurren a puerta cerrada en el Ministerio de Hacienda y que la opinión pública no conoce sean en el Congreso transparentes y abiertas. La petición fue firmada por 15 congresistas más. Sin embargo, la petición se embolató y en vez de ser leída y sometida a votación levantaron la sesión.

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