Como lo hemos discutido en las entradas anteriores, el próximo presidente no podrá escaparse de tramitar una reforma tributaria que permita al gobierno aumentar sus ingresos. Por esto, es de aplaudir que, en su página web, www.humbertodelacalle.co, Humberto De la Calle reconozca la necesidad de sanear las finanzas públicas como objetivo prioritario del próximo gobierno, anunciando que gestionará una nueva reforma tributaria ante el Congreso de la República. Sin embargo, es necesario analizar qué tan acertadas son sus propuestas fiscales, y si realmente su plan tributario permitirá aumentar los ingresos.
De la Calle es enfático en señalar la importancia de modificar la estructura tributaria por una más justa y progresiva. Recurrentemente, en sus intervenciones señala que “el Gini antes y después de impuestos es el mismo”. Esto quiere decir que el sistema tributario en Colombia no ha permitido redistribuir los ingresos equitativamente. En esta materia, De la Calle propone incrementar el recaudo tributario de las personas naturales, de manera que las personas con mayores ingresos sean quienes pagan tasas más altas. Además, plantea aumentar las tasas del impuesto predial en función del valor y productividad de la tierra. Sin embargo, esto solo será posible en la medida que se actualice el catastro. Por lo tanto, estos ingresos solo se materializarán en el mediano plazo. Si bien estas propuestas son deseables en materia de equidad, De la Calle debe ser más concreto en señalar la magnitud y cuantificar el alcance de estas estrategias. ¿En cuánto aumentará el recaudo del gobierno si se implementan estas medidas?
Por otro lado, De la Calle pretende estimular la actividad empresarial disminuyendo el impuesto sobre la renta corporativa y disminuyendo también la tarifa que hoy pagan las pequeñas y medianas empresas. Recordemos que la reforma tributaria de 2016 ya estipula una disminución del impuesto sobre la renta del 40% al 33% en 2019. Sin embargo, De la Calle aspira a reducirlo aún más llegando a una tasa impositiva del 26%.
El siguiente gráfico muestra la contribución de las personas naturales y de las empresas al recaudo de los impuestos directos. En comparación con otros países, las empresas colombianas están sobrecargadas. Su contribución representa el 82.6 % del recaudo de los impuestos directos, mientras que las personas naturales aportan apenas el 17.4%. Por el contrario, en los países de la OCDE las personas naturales contribuyen en un 71,8% al recaudo tributario mientras que las empresas aportan el 28.2%. En este sentido, la disminución del impuesto a la renta corporativa y el aumento del impuesto a las personas naturales es deseable, y tiene sentido la propuesta de De la Calle. En especial, es importante que reconozca la importancia de aumentar los impuestos a las personas naturales para llegar a los niveles de la OCDE, medida que candidatos como Duque y Vargas no enfatizan.
De la Calle argumenta, al igual que los demás candidatos, que la reducción en el impuesto a las empresas se financiará también combatiendo la evasión de impuestos y fortaleciendo la DIAN. Además, eliminaría las exenciones tributarias y tendría a su disposición los recursos derivados de los impuestos a las personas naturales. Pero no es evidente que estos recursos sean suficientes para compensar la disminución adicional del 33% al 26% que propone. Por esto, es necesario que sea más preciso con las cifras. ¿Cuántos billones dejará de recibir el Estado por la disminución del impuesto a la renta y cuantos ganará con las fuentes de financiación que propone? ¿Será suficiente?
Adicionalmente, De la Calle expresa la necesidad de seguir creando incentivos tributarios para llevar la inversión privada a las zonas más afectadas por el conflicto armado (ZOMAC). ¿Cuáles? No los explica claramente en su página web. De hecho, la reforma tributaria de 2016 ya incluye una disminución del impuesto a la renta a partir del 2017 para estas empresas. Así, por ejemplo, las micro y pequeñas empresas que inviertan en las ZOMAC no pagarán impuesto a la renta entre 2017 y el 2021.
Por otra parte, además de planear una reducción en el impuesto a la renta, De la Calle también plantea disminuir la tarifa del IVA a 16%. Aunque justifica que la reducción del IVA del 19-16% podrá ser posible gracias a la ampliación de la base de productos gravados (exceptuando la canasta familiar que seguirá exenta), también indica que devolverá este impuesto a los hogares de menores ingresos. Aunque la propuesta es buena en términos de equidad, ¿qué tan fácil es operativamente identificar a las personas elegibles, y cómo controlará a los colados?
En materia presupuestal, De la Calle propone una flexibilización responsable de la regla fiscal, pero no explica cómo sería este ajuste. La regla fiscal promueve la confianza y credibilidad de los mercados internacionales en Colombia y garantiza la sostenibilidad de la deuda pública en el largo plazo. Por lo tanto, aunque la actual regla fiscal nos restringe en materia de gasto, proponer modificarla sin precisar cómo puede generar incertidumbre en los mercados internacionales. Aunque podría ser deseable ampliar un poco el endeudamiento para darle algo de aire a las finanzas públicas, este es un tema sensible que requiere mucha claridad de parte de quienes lo proponen.
En conclusión, en materia tributaria las propuestas de De la Calle son más prudentes y mesuradas que las de los candidatos Iván Duque y German Vargas Lleras, que proponen reducir los impuestos desde el primer día de gobierno. Además, a diferencia de Petro, que pretende expandir el gasto público a niveles muy altos en el corto plazo, De la Calle es más consciente de la coyuntura fiscal del país. Sin embargo, valdría la pena que tuviera propuestas más concretas, pues aunque la estructura tributaria que propone es deseable en términos de equidad, no es evidente que sus fuentes de financiamiento puedan compensar la reducción del impuesto de la renta corporativa a 26% y del IVA al 16%.