El pasado 3 de octubre, el Ministro de Hacienda y Crédito Público y la Ministra de Minas y Energía presentaron ante el Congreso de la República el proyecto de ley del presupuesto del Sistema General de Regalías (SGR). Durante los últimos 3 meses la atención nacional se centró en la reforma tributaria. Por su parte, el Presupuesto General de la Nación para el 2023 quedó en un segundo plano. En lo que refiere al SGR, este proyecto de ley ha pasado casi que desapercibido en la opinión pública.
En el PGN se determina cómo se financiará el estado y en qué se usará ese dinero durante el año de su vigencia fiscal. Sin embargo, el estado también recibe una cantidad considerable de recursos de una fuente que no forma parte del PGN ni del Sistema General de Participaciones (SGP): las regalías.
El Estado es propietario del subsuelo y de sus recursos naturales no renovables como el petróleo y el oro. La explotación de estos recursos causa a favor del país una contraprestación económica pagada por las empresas extractivas llamada regalías. Los ingresos fiscales por este concepto son temporales y están sujetos a movimientos volátiles de los mercados.
La producción de hidrocarburos ha sido la principal fuente de generación de regalías del país. Entre el 2012 y 2022, el 75% de las regalías, en promedio, ha provenido de esta actividad económica y el 25% restante de los minerales.
Contrario a lo que sucede con el PGN, el presupuesto del SGR se tramita cada dos años y tiene una vigencia del mismo tiempo. Desde hace poco más de un mes se tramita en el legislativo el proyecto de ley de presupuesto del SGR para los años 2023 y 2024. Esta norma se compone de un presupuesto bienal de ingresos, un presupuesto bienal de gastos y unas disposiciones generales.
El presupuesto de ingresos contiene la estimación de los recursos que se espera recaudar en el bienio por concepto de regalías. El presupuesto de gasto incluye la totalidad de las autorizaciones de gasto que se ejecutarán en estos dos años. Por su parte, las disposiciones generales fijan reglas para la ejecución de este dinero.
La versión inicial de este presupuesto radicada por el Gobierno para el bienio 2023 - 2024 era por la suma de $29,9 billones. El pasado 2 de noviembre, las comisiones económicas del Congreso aprobaron en primer debate este proyecto de ley. En esta etapa se adicionaron $1,3 billones por concepto de rendimientos financieros del SGR y $33 mil millones por concepto de regalías por minerales sin identificación de origen.
De acuerdo con lo anterior, el presupuesto del SGR para los próximos dos años corresponderá a $31,3 billones, equivalente al 2,1% del PIB. En comparación con el presupuesto del bienio actual (2021 - 2022), este presupuesto crecerá en $15,9 billones, lo que representa un incremento del 100%. De estos recursos, el 72% proviene de la explotación de hidrocarburos y el 23% de la explotación minera (ingresos corrientes). El 5% restante corresponde a rendimientos financieros.
Este dinero se asigna conforme a ocho componentes, seis de los cuales son recursos de inversión: asignación regional: 34%; asignación directa: 25%; asignación para la inversión local para los municipios más pobres: 15%; asignación para la ciencia; tecnología e innovación: 10%; asignación para la paz (hasta 2037): 7%; y asignación ambiental: 1.5%. Los componentes restantes corresponden a recursos de funcionamiento, fiscalización, operación y administración: 2%; seguimiento, evaluación y control: 1%; y el ahorro: 4,5%.
Luego de ser aprobado en primer debate, el proyecto pasará a discusión y aprobación en las plenarias. En adelante, las plenarias de ambas cámaras legislativas tienen plazo de aprobar este proyecto en segundo debate hasta antes de la medianoche del 5 de diciembre. Surtido este segundo paso, el Presidente de la República tendría plazo de sancionar la Ley antes de finalizar el año.
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