Los datos eran contundentes, ¿por qué el Gobierno decidió no proteger el empleo de los colombianos?
- Observatorio Fiscal
- 18 jul 2020
- 7 Min. de lectura
Actualizado: 10 mar 2022
Desde abril, el Gobierno nacional sabĆa cuĆ”nto costarĆa subsidiar las nóminas de las empresas. Y, aunque tenĆa el dinero para brindar ese apoyo, decidió no hacerlo. Como consecuencia, millones de colombianos perdieron sus trabajos.

SegĆŗn cifras del DANE, entre febrero y mayo se destruyeron en Colombia mĆ”s de 5 millones de puestos de trabajo. La explicación de este fenómeno āque tiene hoy al paĆs con una tasa de desempleo del 21,4 por cientoā es tan simple como cruda: en lo que respecta al empleo formal, las empresas no estĆ”n facturando y han tenido que recortar sus nóminas; por su parte, los informales tambiĆ©n han visto su ingreso afectado por las restricciones derivadas del confinamiento preventivo.
Lo cierto es que casi uno de cada cinco empleos en el paĆs se ha perdido. El costo y el tiempo que tomarĆ” recuperarlos va a ser mucho mayor al que se hubiera necesitado para evitar su pĆ©rdida mediante subsidios del Gobierno a la nómina de las empresas āuna alternativa que, ademĆ”s de solidaria con empresarios y trabajadores, era realista, realizable y responsable en tĆ©rminos fiscalesā.
Una revisión de las actas de las reuniones del ComitĆ© de Administración del Fondo de Mitigación de Emergencias (FOME) ācreado por el Gobierno nacional para gestionar los recursos destinados para atender la emergenciaā permitió establecer que los anĆ”lisis se hicieron, pero la idea āinexplicablementeā se desechó.
Sobre el āapoyo a las nóminasā se habló en las tres primeras reuniones del comitĆ© āque, hasta el pasado 15 de julio, habĆa sesionado siete vecesā. En la primera de estas reuniones, que tuvo lugar el 30 de abril, la dirección de PolĆtica Macroeconómica y el Viceministerio TĆ©cnico de Hacienda pusieron a consideración del comitĆ© āun ejercicio preliminarā en torno a tema.
El anĆ”lisis expuesto seƱaló que el costo mensual de las nóminas del sector privado asciende a 11,3 billones de pesos. Ese monto corresponde a la remuneración de 8,3 millones de empleados formales. De ese total, la nómina para empleados que ganan menos de 5 salarios mĆnimos es de 9,2 billones de pesos. De entrada, es evidente que el costo de cualquier programa de subsidio a las nóminas afectadas por las medidas de aislamiento tenĆa que ser mucho menor que 11 billones de pesos al mes, a menos que se estuviera considerando el improbable escenario en el cual desaparecieran todos y cada uno de los empleos formales del paĆs.
Se hicieron, entonces, dos propuestas que citamos a continuación:
Propuesta 1.
āGobierno, empleadores y empleados aportan en igual proporción: Gobierno aporta 33,3% del salario para empleados que devenguen hasta 2 SMMLV. Para empleados que devenguen entre 2 y 5 SMMLV, el apoyo serĆ” una suma fija del 66,6% del SMMLV. Empleadores y empleados llegarĆ”n a acuerdos para el reconocimiento de la porción restante del ingreso, sin que el esfuerzo del trabajador exceda el del empleador.ā
Propuesta 2.
āPriorización de aportes por tipo de sector: Gobierno aporta a sectores cerrados, sin permiso de operar con ocasión de las medidas de confinamiento, el 50% del salario de empleados con ingresos inferiores o iguales a 5SMMLV; a sectores medios, los cuales operan parcialmente desde el 27 de abril de 2020, el 33,3%; y a los sectores estratĆ©gicos, los cuales tuvieron permiso de operar desde el inicio del aislamiento preventivo o que pueden desempeƱar sus labores a travĆ©s del teletrabajo o trabajo en casa, el 16,6%. Empleadores y empleados llegarĆ”n a acuerdos para el reconocimiento de la porción restante del ingreso, sin que el esfuerzo del trabajador exceda el del empleador.ā
Desde esa primera reunión, los miembros del comitĆ© āencabezado por el ministro de Hacienda y sus dos viceministrosā consideraron necesario establecer una ārestricción presupuestalā para el programa argumentando que los recursos del FOME son ālimitadosā.
La tarea quedó para la siguiente reunión, que tuvo lugar tres dĆas despuĆ©s, el 2 de mayo. En esta reunión se expuso que, segĆŗn información de la Planilla Integrada de Liquidación de Aportes (la famosa PILA), la nómina de trabajadores formales del sector privado es de 14,8 billones de pesos mensuales, mĆ”s o menos la misma cifra mencionada en la reunión anterior con base en la Gran Encuesta Integrada de Hogares. De estos 14,8 billones de pesos, 7 son para remunerar a los trabajadores con ingresos de hasta 2 salarios mĆnimos (que son el 80,7 por ciento del total de trabajadores), mientras que $3,5 billones van para aquellos que ganan entre 2 y 5 salarios mĆnimos (el 13,8 por ciento del total de trabajadores).
Frente a la propuesta āseƱala el actaā los miembros del comitĆ© indicaron que, ācon el propósito de garantizar el uso eficiente de los recursos del FOMEā, este programa ādeberĆa tener un costo de alrededor de $2 billones mensualesā.
El comitĆ© finalmente le dio luz verde al asunto en la tercera sesión, realizada el 5 de mayo. AsĆ, se aprobó āfinanciar con cargo a los recursosā del FOME āel beneficio de pago de nómina equivalente a aproximadamente 350 mil pesos por trabajador, por tres meses, para empresas que hayan percibido reducciones en sus ingresos de por lo menos 20%ā.
350 mil pesos son apenas el 40 por ciento de un salario mĆnimo, una suma insuficiente para subsidiar una nómina formal, y para llegar al tope de 2 billones de pesos al mes el subsidio tendrĆa que haberse dado a casi todos los trabajadores formales del paĆs.
Son varias las preguntas que quedan luego de revisar estos documentos. Si se hicieron los cÔlculos sobre cuÔnto costaba subsidiar el ciento por ciento de las nóminas, ¿por qué el Gobierno nacional, en cabeza del ministerio de Hacienda, decidió no hacerlo? La razón no es clara, pero lo cierto es que no fue por falta de recursos.
El informe entregado en la primera sesión del comitĆ© dio cuenta de que el subsidio de todas las nóminas formales costaba 11 billones de pesos. No todas las nóminas hubieran requerido el subsidio, asĆ que, de entrada, esto no hubiera costado 11 billones mensuales. Si suponemos que se perdió uno de cada cinco empleos formales, es decir, que la pĆ©rdida de empleo fue de la misma proporción en el sector formal y en el informal, estarĆamos hablando de no mĆ”s de 2,2 billones de pesos mensuales. Para los tres meses de cuarentena, el costo habrĆa sido de $6,6 billones, menos del dinero que aĆŗn estĆ” sin ejecutarse en el FOME, segĆŗn lo ha reportado el Observatorio Fiscal de la Universidad Javeriana. ĀæPor quĆ© no se protegió el ingreso de millones de hogares?
Desde el 17 de marzo, justo cuando comenzaba la cuarentena nacional, el Observatorio Fiscal de la Pontificia Universidad Javeriana habĆa alertado sobre la urgencia de āproteger a las empresas expuestas al riesgo de quiebra y, asĆ, evitar la pĆ©rdida de millones de empleosā. El informe de la Javeriana seƱalaba que āla polĆtica pĆŗblica mĆ”s directa para minimizar estos riesgos es que el Gobierno nacional asuma temporalmente los gastos y costos operativos que las empresas no alcancen a cubrir por la disminución de sus ventasā, gastos cuyo principal componente son, desde luego, las nóminas. MĆ”s acadĆ©micos insistieron en la urgencia de subsidiar las nóminas el 23 de marzo, llamado que se continuó haciendo el 1 de abril, mientras el comitĆ© del FOME aĆŗn estaba a un mes de su primera reunión.
PodrĆa argumentarse que, aunque se sabĆa cuĆ”nto costaban todas las nóminas formales del paĆs, para el momento en que se tomó la decisión no se sabĆa cuĆ”ntos empleos estaban en riesgo de destruirse. Eso no es cierto: un informe de la Facultad de EconomĆa de la Universidad de los Andes, publicado el 1 de abril, alertó con gran precisión sobre la situación de ā2.8 millones de trabajadores [formales] cuyas actividades estĆ”n en la lĆnea del fuego de las medidas de aislamiento, asĆ como sus familiasā. SegĆŗn datos del informe, esto equivalĆa a decir que el 31 por ciento de los empleados formales eran vulnerables. Suponiendo que el costo de sus nóminas fuera mĆ”s o menos proporcional a los $ 11 billones de nóminas del total, el costo de subsidiarlas en un ciento por ciento habrĆa sido de $10,3 billones por tres meses, recursos que estaban disponibles en el FOME.
MĆ”s aĆŗn, en mayo, mientras el comitĆ© administrador del FOME deliberaba y llegaba a la improbable conclusión de que no podĆa salvar el empleo formal de los colombianos, Corficolombiana publicaba un informe en el cual hacĆa estimaciones similares a los de la Universidad de los Andes sobre la proporción de empleos afectados por la cuarentena, y concluĆa que se podĆa subsidiar la totalidad āel ciento por cientoā de las nóminas de las Pymes afectadas por la crisis con los recursos disponibles en el FOME.
La experiencia internacional durante la pandemia ha demostrado que sĆ es posible āy exitosoā proteger el empleo desde los gobiernos nacionales. Francia, por ejemplo, anunció en marzo ayudas para las empresas hasta por 300 mil millones de euros, y Dinamarca tomó medidas similares en ese mismo mes. En AmĆ©rica Latina tambiĆ©n se han brindado respaldos contundentes al empleo: en Argentina se anunció la inyección de mĆ”s de 130 mil millones de pesos argentinos para ayudar a las empresas a pagar sueldos.
En contraste, las polĆticas implementadas por el Gobierno nacional han resultado insuficientes y, en esencia, poco efectivas para el panorama actual. Aplazar o reducir cargas tributarias no resuelve los problemas de las empresas que no estĆ”n pudiendo pagar sus costos y gastos operacionales āempezando por la nóminaā. Es la ausencia de subsidios contundentes lo que ha hecho que, ademĆ”s de despedir a sus empleados, muchas de estas empresas se estĆ©n declarando en quiebra.
Por otra parte, la iniciativa de otorgar prĆ©stamos tampoco ha mostrado mayor utilidad. Las empresas no estĆ”n vendiendo, asĆ que endeudarse para contratar trabajadores āo no afectar su planta de personalā no parece ser una decisión sensata en tĆ©rminos financieros.
El FOME cuenta con 25,5 billones de pesos. Sin embargo, no se ha ejecutado sino la quinta parte de los recursos. Con los mĆ”s o menos $20 billones que siguen sin ejecutar hasta la fecha, se habrĆan podido subsidiar tres meses de nóminas incluso en los escenarios mĆ”s improbables barajados por el comitĆ© de administración del FOME. ĀæNo valĆa la pena movilizar ese dinero para proteger el empleo de los colombianos?
En economĆa ācomo en la vidaā las decisiones que se toman hoy tienen un efecto en el corto mediano y largo plazo. Los miembros del comitĆ© administrador del FOME decidieron deliberadamente no actuar para respaldar las nóminas de miles de empresas. Su decisión impactarĆ” negativamente el tejido laboral del paĆs por los próximos aƱos. Las consecuencias ya se estĆ”n viendo.