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Echamos una nueva mirada: no se sabe cuánta plata se ha destinado a salud, y tampoco se sabe a dónde

Si antes no se sabía (de hecho, persisten varios interrogantes) cuánta plata había destinado el Gobierno nacional para la atención en salud por la pandemia, ahora no se sabe en qué se está gastando el dinero que se ha destinado para ello desde el Fondo de Mitigación de Emergencias (FOME). Esta es la conclusión de las nuevas revisiones hechas por el Observatorio Fiscal de la Pontificia Universidad Javeriana en las fuentes oficiales disponibles.

En la sección del Presupuesto de Emergencia Covid-19 de la página del Ministerio de Hacienda, se exponen todos los traslados de recursos realizados para la atención a la emergencia hacia las entidades del orden nacional. Así, es posible conocer que desde el FOME no se ha girado ningún recurso al INS y que hacia el Ministerio de Salud sólo se han girado $1,2 billones. Como contexto, el Gobierno nacional ha expresado en diversas declaraciones que el dinero que destinaría para la atención en salud sería entre $7 y $8 billones.

El Portal de Transparencia Económica permite saber con alto nivel de detalle dónde está la plata destinada a la atención de la emergencia. En la sección dedicada al Covid-19 se muestra el gasto que cada entidad ha hecho en salud y es posible identificar si ese dinero viene desde el FOME. En la sección del Portal dedicada a salud sólo se listan el Ministerio de Salud y el Instituto Nacional de Salud (INS) como entidades receptoras. Sin embargo, no son las únicas que atienden la salud pública a nivel nacional…

Según el Marco Fiscal de Mediano Plazo, la atención en salud también depende de la Unidad de Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD). Esta determinación está consignada en la página 400 del documento. ¿Cuántos ciudadanos tienen el tiempo y el conocimiento para navegar un informe de esta naturaleza?

Lo cierto es que desde el FOME se han enviado a la UNGRD $1,4 billones de pesos. ¿A dónde ha ido el dinero que pasó del FOME a la UNGRD? Realmente no se sabe. En el Portal de Transparencia Económica aparecen hasta el momento sólo dos contratos de la UNGRD; se trata de contratos con Fiduprevisora –uno por 840 mil millones, otro por 410 mil–. No se sabe qué ha pasado con los recursos porque los objetos de los contratos son genéricos y están incompletos en el portal. Por ejemplo, en el objeto del compromiso 5820 textualmente es “Transferencia al Fondo Nacional de la Gestión del Riesgo de Desastres de acuerdo a Resolución N° 1002 del 14 de abril de 2020 del Ministerio de Hacienda y Crédito Público, para atender las acciones necesarias con ocasión de la emergencia generada por”.

Es importante señalar que la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres es una entidad adscrita al Departamento Administrativo de la Presidencia de la República (DAPRE). A pesar de ello, poco se menciona en las intervenciones públicas de funcionarios del Gobierno nacional el papel que dicha unidad viene desempeñando.

Las dificultades para saber hacia dónde se está yendo la plata destinada a la atención en salud de los colombianos durante la emergencia se deben también a que no hay claridad sobre qué dinero, destinado a sectores y entidades cuya misión no tiene que ver con la salud, se va a emplear para cumplir labores o responder a necesidades sanitarias.

Si se analizan las actas de las sesiones del comité directivo del FOME, se observa que hay dineros aprobados, por ejemplo, para el sector Defensa; se trata de 130 mil millones para Policía Nacional, Inpec y Uspec (la Unidad de Servicios Penitenciarios y Carcelarios). De igual forma, hay giros de 39 mil millones de pesos hacia el sector Comercio para el programa ‘Por los que nos cuidan’, que cubre los gastos de hospedaje que requieran los médicos que han tenido que desplazarse a lugares golpeados por la pandemia.

A pesar de que estos giros están detallados, no es posible conocer la totalidad de lo aprobado por el comité directivo del FOME, pues, aunque se tiene confirmación de la existencia de actas de siete sesiones, solo se han divulgado cuatro de ellas por un derecho de petición del senador Iván Marulanda. Las demás, pasado más de un mes, están aún pendientes de firmas y diligencias burocráticas dentro del Ministerio de Hacienda.

No es una exageración afirmar que es realmente muy difícil saber cuánto -y en qué- ha gastado el Gobierno nacional respecto a la salud: de las primeras cuatro actas, la palabra “salud” sólo aparece en una de ellas.

¿Por qué el Gobierno nacional sigue sin contarles a los colombianos cuánto dinero ha gastado en la atención en salud, y en qué se lo ha gastado, peso por peso? Es evidente que las magnitudes son muy altas –inversiones de ese calado podrían atraer positivos réditos políticos–. También es necesario preguntar por qué no es posible determinar hacia dónde se está yendo el dinero. Las herramientas para rendir cuentas existen.

El domingo 26 de julio el país cerró el día con 248.976 personas infectadas por Covid-19 y 8.525 muertos por esta causa, según las cifras publicadas por el ministerio de Salud. Si las solicitudes de la ciudadanía y la presión política, mediática y académica no animan al Gobierno nacional a ser claro en sus cifras, el alarmante avance de la pandemia tal vez podría hacerlo.

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