Desde el año pasado les venimos contando sobre los avances en el desarrollo de una herramienta que permitirá calificar la política fiscal de todos los municipios de nuestro país.
Tras más de doce meses de intenso trabajo, el aplicativo está casi listo. En esta ocasión queremos compartirles de qué se trata todo esto, cuáles son los avances que venimos registrando y, sobre todo, por qué esta herramienta tiene un potencial tan grande.
Vamos por partes. ¿De qué se trata todo esto? Sistematizar y analizar la situación de los municipios respecto a sus finanzas territoriales constituye un poderoso insumo para focalizar el gasto, planear mejor y dar visibilidad a la gestión pública –sobre todo si se tiene en cuenta que estamos mirando ejes tan importantes como ingresos, gastos, deuda y situación fiscal–.
Procesar la información disponible y organizarla de modo que pueda ser analizada por todos los ciudadanos –y no solo por un puñado de expertos– es el primer y más importante paso para aprovechar estos datos, que los mismos municipios ayudan a producir, y de esta forma orientar la toma de decisiones a nivel territorial.
Metámonos un poco al detalle del asunto: la información que produce la herramienta toma como base los estados financieros reportados por el Departamento Nacional de Planeación (DNP) en el Sistema de Información del Formulario Único Territorial (Sisfut). Esta información, aunque presenta un panorama bastante completo, es bastante enredada para personas que no sean expertas.
La idea, entonces, es traducirla en gráficas y mapas, mostrando elementos claves de las finanzas de los diferentes municipios o distritos.
Y hay un detalle muy importante: la herramienta también entrega indicadores claves en temas como género y bienes públicos, entre otros.
El análisis de las finanzas territoriales con una perspectiva de género es un tema con especial relevancia en el contexto actual, en donde se observan con persistencia las brechas existentes entre hombres y mujeres en materia de ingresos, acceso a la seguridad social y oportunidades laborales, así como las violencias basadas en género y la distribución inequitativa de las tareas en materia de trabajo de cuidado no remunerado.
Medidas de política pública y legislaciones recientes –como la nueva reforma tributaria– han buscado hacer énfasis en la población femenina, buscando atender este tipo de problemáticas. Así, se aprobaron accesos preferenciales a líneas de crédito, así como líneas prioritarias para acceder a programas como Ingreso Solidario.
Contar con información más completa y procesada respecto a cómo se invierte el dinero en los municipios de Colombia con una perspectiva adicional de género puede constituir un criterio movilizador para promover acciones concretas hacia el cierre de las brechas que se han evidenciado.
Esta información es posible conocerla por cuenta de los denominados índices de inestabilidad y relevancia tanto para inversión total como para inversión en atención y apoyo a la mujer. Los montos correspondientes a dichas categorías se contrastan con las inversiones realizadas en bienes públicos que tengan que ver con el cuidado. De esta forma es posible llegar a conclusiones más robustas sobre el estado actual de cosas, y sobre las acciones que deberían ponerse en marcha para mejorar la situación.
Veamos algunos detalles adicionales sobre la información que aporta esta herramienta. Se ha buscado que los indicadores que detallan cada una de las categorías sean de fácil comprensión. Estos van de C a A, siendo, por ejemplo, AAA la mejor calificación.
Y, ¿quiénes están participando en el diseño de esta herramienta? Al interés que tenemos en el Observatorio Fiscal de la Universidad Javeriana por poner las finanzas públicas al alcance de todas las personas hemos sumado la experiencia de Carmenza Saldías –quien ha estudiado las finanzas públicas de Bogotá y de otras entidades territoriales del país–.
El equipo de trabajo lo integran, además de Carmenza, Laura Rodríguez, Luis Carlos Reyes, Valentina Herrera y Daniel Duque, quien le ha metido el hombro no solo al análisis, sino también al diseño de códigos informáticos y algoritmos que traduzcan en gráficas y cuadros sencillos toda una serie de datos que suelen ser bastante complejos.
Después de todo esta explicación, es posible que para algunas personas quede una pregunta: ¿y todo esto por qué debería importarme?
La política fiscal y el gasto público –o, mejor dicho, la forma en la que se gastan los impuestos, que son plata de todos– hacen parte de un patrimonio colectivo. De ahí la importancia de que todas las personas dimensionen el papel tan importante que juegan en este proceso.
“Los temas tributarios, que hacen parte de la economía pública y la economía, tienen todo que ver con la vida de las personas en sus distintas dimensiones: de lo cotidiano y lo domestico hasta lo laboral, pasando por lo cultural o lo deportivo”, escribió en este espacio, hace unos meses, Carmenza Saldías. Esto tiene dos explicaciones claves: por un lado, es la ciudadanía la que paga los impuestos y, por otro, es con esos recursos que el Estado atiende sus obligaciones, garantiza derechos y proporciona servicios.
El conocimiento sobre la forma en que se gastan los impuestos, y sobre qué tan bien se está haciendo el gasto en frentes claves es, por ejemplo, un insumo muy importante frente a los discursos políticos que en ocasiones pretenden presentar ejecutorias financiadas con la plata de todos como logros personales. Esta es una consideración importante durante ciclos electorales como los que se apresta a vivir nuestro país.
Pronto esta herramienta estará a disposición de todas las personas que la quieran consultar. Por lo pronto seguimos afinando detalles. Les seguiremos contando.
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